28.11.11

Y...






...me siento un poco mejor.

El hecho de hacer la imbécil una vez más y vomitar palabras
sobre un correo electrónico dirigido a ti,
a la vez que descubre mis puntos débiles y me desarma,
también me desahoga.

Y por ello lo hago, por puro "egoísmo"...
Porque no me puedo permitir estar así por un tiempo prolongado,
porque necesito acelerar el proceso
y darme la ostia definitiva o ver la luz de una vez.

Tengo que dar la cara,
levantarme del suelo,
seguir mi camino.
Tener la fuerza necesaria para hacer el papel que tengo encomendado en esta vida.
Ante todo el de madre serena.

He escupido sentimientos que me estaban deshaciendo por dentro,
después de pasar casi dos días totalmente fuera de mi.

Los he expulsado de mi cuerpo y ahora me siento algo mejor.

Tiempo al tiempo.


Vacío...



Es curioso cómo nuestro estado emocional nos puede afectar físicamente.
Que vaya amilanándote de tal manera, que pierdas el apetito por completo y tu cuerpo no consiga entrar en calor.
Que le des tantas vueltas a un pensamiento que acabes con un intenso dolor de cabeza.
Que ese nudo en el estómago te descomponga el cuerpo.
Que intentes dormir siesta (para evitar pensar) y no lo consigas, porque todo tu cuerpo está helado, pese a estar bajo el edredón.
Que intentes dormir por la noche y tampoco pueda ser, porque esta vez tu cuerpo ha decidido sudar a borbotones, para acabar dejándote empapada.
Que subas a la báscula y te des cuenta que has vuelto a bajar de peso, cuando es lo que menos falta te hace.
Tengo más que asumido que soy capaz de fundir calorias a la vez que fundo neuronas con mis pensamientos recurrentes.
Y así está sucediendo.
Estoy muy agotada.
Triste.
Sin fuerzas.

20.11.11

Dame fuerza señor...


¡¡¡¡TAMPOCO PIDO TANTO!!!!

(modérate... que te van a tomar por neurótica.)


Dame la fuerza necesaria para ser firme en mi decisión de terminar esta extraña relación...

Sabes de sobra, bonita, que necesitas un mozo que te dé dosis extras de cariño, de atención, de mimos...

(sólo me queda apuntarme a mi misma con el dedo, en plan madre...)

Que el sexo está muy bien, pero que te lo sirvan siempre sin la guarnición anteriormente descrita no mola tanto.

Si, hay cosas en común, importantes.

Pero también hay "pequeños" (GIGANTESCOS!!) detalles con los que jamás podrás convivir en paz.

Tu y yo lo sabíamos...

(vete de mi mente, Joaquín Luqui !! aquí no pintas ná...) 

Estoy muy de bajón, para variar....

Sentimientos... haberlos haylos...pero no parece ni que hablemos el mismo idioma ni que busquemos lo mismo.

Es absurdo por tanto seguir engañándome a mí misma.

No tengo el cuerpo para sufrir con esta mierda y lo paso mal.

Tremendamente desencantada y sin pilas... de nuevo.


I hate to tell you I told you so....




9.11.11

Días de rosas.





Hubo un tiempo en que te quise. Te defendí.
Creé junto a ti un imperio diminuto, de andar por casa.
Hubo un tiempo en el que habían ramos de rosas y cajas de bombones.
Y cartas. Aún viéndonos a todas horas.
Noches en los que soñaba mientras tú me abrazabas, y me sentía protegida.
Miles de momentos de sofá y tele acurrucados uno junto al otro.
Juegos. Cosquillas. Risas.
Noches de cine, de cenas.
Paseos cogidos de la mano.
Pequeñas escapadas en nuestro coche.
Hubo un tiempo, en el que parecía que sería para siempre.


Ahora se me descompone el cuerpo al pensar que tengo que cruzarme contigo mañana.
Que por un lapso de una hora aproximadamente, estemos el uno sentado junto al otro, dentro de una misma habitación, hablando con una tercera persona.
Me entristece sobremanera que, después de 14 años juntos y dos hijas en común,
sea ese el sentimiento que me provoques.
Mal cuerpo.
Es triste.
Es una sensación de vacío enorme.
De haber hecho las cosas mal.
Y ahora nuestro error lo pagan ellas.
Se me escapa de las manos y lo llevo mal.
Ojalá pudiéramos al menos ser capaces de dialogar de un modo civilizado, y llegar a acuerdos.

Por el bien de ellas.
Que son lo único que me importa.