28.4.12

Mercado de carne.





Morritos forzados.
Contrapicados desde ángulos imposibles,
con brazo estirado a lo Boomer,
en un intento de resaltar escotazo.
Músculos a punto de atravesar la piel tatuada y desnuda que les recubre,
sobre un escenario de espejo, bidé y ambientador de baño.
Muchas fotos hechas a uno mismo,
con ceño fruncido,
en plan tipo duro.
Otras con la persona que te acompaña tachada con rotulador.
Que... en mi humilde opinión, queda un poco patético eliminar de esa manera tan cruel a quién posó en su día contigo.
Por muy favorecido que salgas ahí... hazme el favor de buscar otra foto.
Otras tantas falsas, muchísimas, con gente comprometida tras ellas...
¡¡Viva la fidelidad!!
Algunas casi de la primera comunión, o de época...
Si quieres encontrar algo de valor en ese mundo, empieza por no mentir.
Muéstrate tal y como eres. Tarde o temprano se va a descubrir el pastel.
Miles de gafas tapando miradas...
¿Por qué? ¿no son el espejo del alma?
¿Qué demonios escondes?
Enséñame los ojos antes que el torso... te lo pido por favor.
Glamour elevado a la enésima potencia.
Mercado de carne.
Toneladas de ella.
Donde priman las citas directamente sobre el colchón.

¿Dónde quedó la magia?


Y entre toda esa paja, agujas que merece la pena encontrar.

No todo va a ser superficialidad.

2 comentarios:

  1. Ufffff. Ahora casi que no sé cómo debo sentirme...

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  2. Totalmente de acuerdo. Pero sobre todo me quedo con la última frase.

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